La fisioterapia es mucho más que dar masajes; es la ciencia que se dedica a prevenir, recuperar y rehabilitar lesiones musculo-esqueléticas por medio de la aplicación de diversos métodos físicos y ejercicios terapéuticos, proporcionándole al cuerpo las herramientas necesarias para poder hacerlo.

Gracias a ello es posible disminuir o evitar (en algunos casos) el uso de fármacos y sus efectos adversos. El cuerpo funciona como un todo y, es por ello, que desde el punto de vista fisioterapéutico se evalúa como tal. La medicina convencional suele focalizarse en la sintomatología o patología concreta, sin tener en cuenta el cuerpo como unidad. Sin embargo, la sintomatología más evidente puede ser sólo la punta del icerberg de un conjunto de situaciones o condiciones que han dado lugar a la lesión o disfunción del caballo.

Por tanto, la fisioterapia es una rama complementaria al tratamiento veterinario convencional (ya sea médico o quirúrgico) y no lo sustituye, por lo que es muy importante trabajar de manera conjunta con el veterinario habitual. La salud de tu perro, caballo o gato debe tener un enfoque multidisciplinar en el que cada profesional (veterinario habitual/general, fisioterapeuta, veterinario odontólogo, nutricionista, etólogo, traumatólogo, neurólogo, herrador, entrenador…) demos nuestro punto de vista para poder alcanzar juntos el objetivo deseado, como ocurre con los deportistas de élite.

Recuerda que el mayor éxito radica en la prevención, porque como siempre se ha dicho:

“prevenir es mejor que curar”